En un comunicado dirigido a la opinión pública y firmado por Mons. Hugo Alberto Torres Marín, Arzobispo de Santa Fe de Antioquia, y el Pbro. Henry Yoan David Úsuga, Párroco de «San Antonio» de Buriticá y Delegado de Pastoral Minera de la Arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia, junto con las parroquias locales, la Fundación de Pastoral Social y el TECOC, han manifestado su profunda preocupación por los recientes acontecimientos relacionados con la minería extractiva en el municipio de Buriticá.

El comunicado lamenta los serios problemas surgidos a raíz de la actividad minera en la región, entre los que se incluyen:

  • La desaparición de trabajadores.
  • La confinación forzada de la población civil.
  • El bloqueo de las vías nacionales y municipales.
  • La exposición de viajeros y residentes a amenazas y actos vandálicos.
  • La destrucción de propiedades privadas.
  • El desacato a las autoridades establecidas.

La Arquidiócesis expresó su solidaridad con las familias de los desaparecidos y afectados por las prácticas mineras irresponsables, destacando el impacto negativo en la salud, el trabajo y la tranquilidad de la población local. Además, extendió su apoyo a las empresas y entidades perjudicadas en sus operaciones y proyectos productivos.

En el comunicado, hacen un llamado urgente a las autoridades nacionales, departamentales, regionales y municipales para que continúen trabajando en el saneamiento de la población y la protección del medio ambiente. También se exhorta a todos los actores involucrados en la minería, tanto formales como informales, a avanzar en procesos de formalización para garantizar una minería segura, justa y equitativa, en armonía con el medio ambiente y el orden social.

La Arquidiócesis, junto con la Fundación Pastoral Social y la Delegación de la Pastoral Minera, se ofrecen a acompañar la mesa de diálogo social para buscar soluciones que protejan vidas, mejoren la calidad del trabajo, promuevan el comercio justo, cumplan con las normativas y protejan los recursos naturales. Se enfatiza la necesidad de ampliar el impacto de la responsabilidad social empresarial y erradicar la ilegalidad y la corrupción.

Desde las parroquias de Buriticá y Tabacal, se brindará apoyo afectivo y espiritual a la comunidad, instituciones, organizaciones y empresas locales, con el fin de fomentar la corresponsabilidad en la búsqueda y seguimiento de soluciones.

Finalmente, se invoca la intercesión de San Antonio de Buriticá para lograr el milagro de la paz y el desarrollo integral del territorio.

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