Entre el 4 y el 6 de marzo se desarrolló la versión número 38 del Encuentro Nacional de Delegados Diocesanos de Pastoral Juvenil. Tres temas protagonizaron los momentos de reflexión, aprendizaje y trabajo desarrollados en este espacio: el Sínodo de la Sinodalidad, la evangelización digital y la prevención de abusos y violencias. 


La reunión fue convocada en Bogotá por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través de su Departamento de Estado Laical, dirigido por la hermana Arelis Gaviria Montoya. En ella participaron cerca de ochenta personas provenientes de diferentes regiones del país; sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos encargados de animar y fortalecer la participación de los jóvenes en la Iglesia Católica colombiana.


Monseñor Orlando Olave Villanoba, obispo de la Diócesis de Tumaco y miembro de la Comisión Episcopal de Estado Laical, lideró la reunión. El prelado resaltó que, de esta manera, la pastoral juvenil también asume la manera de ser Iglesia sinodal, desde una decidida actitud de escucha, a la que ha llamado el papa Francisco. Además, la relevancia de lo que significa este encuentro como primer paso conjunto en el camino de preparación de los jóvenes colombianos al Jubileo del 2025, tema que también fue abordado en el espacio. 

Durante los ejercicios de análisis, los participantes tomaron como base el capítulo 17 del informe de síntesis de la primera parte de la asamblea sinodal, titulado: “Misioneros en el ambiente digital”. 


A propósito de la misión digital, el obispo también afirmó que es una necesidad fortalecerla, pues representa una oportunidad importante para llevar el mensaje del Evangelio a más jóvenes. Eso sí, dejando claro que se trata de una tarea a asumir con responsabilidad: 


“Este tema de lo digital en la evangelización es un elemento esencial y lo que queremos es conocer este mundo, no ser simplemente comunicadores de un mensaje vacío, sino comunicadores de un mensaje que lleve esperanza, que lleve vida, que lleve alegría a nuestros jóvenes, no alegrías pasajeras, sino esa alegría que nace de un encuentro con Jesús».


La orientación sobre temas asociados a la prevención de abusos con especial énfasis en el trabajo de esta pastoral, estuvo a cargo de la Oficina para la Cultura del Cuidado de la CEC. La psicóloga Diana Marcela Suárez Cristancho, miembro del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado y coordinadora de la Oficina del Buen Trato de la Arquidiócesis de Bogotá, abordó riesgos, protocolos de prevención y líneas guía en este sentido. 


Al respecto, el padre John Edison Saldarriaga, delegado de la Diócesis de La Dorada-Guaduas resaltó: “Nos han hablado sobre esos ambientes seguros en los cuales nuestros jóvenes y también nosotros. nos debemos mover, para tener unos encuentros pastorales y unos encuentros con esos jóvenes más seguros y por supuesto, más eficaces”. 


Por su parte, el padre Gabriel Peña Arciniegas, afirmó que lo aprendido en el encuentro les ayuda a enfrentar el reto, cada vez mayor, que significa llegar a los jóvenes, conociendo las realidades que viven y tocando sus corazones


“Ante la realidad y ante una cultura de la muerte, hoy nuestros jóvenes se ven expuestos a muchas situaciones difíciles que los oprimen, que los excluyen. Nosotros, como Pastoral Juvenil de Colombia, tenemos el reto de llegar a ellos. Hacer una pastoral desde los jóvenes y para los jóvenes, acompañándolos en su proceso de fe”. 


El encuentro permitió también la socialización de experiencias y desafíos a nivel regional, así como la proyección de nuevas acciones de fortalecimiento a nivel nacional, especialmente, especialmente en el camino de preparación al Jubileo del 2025.  


Además de destacar la importancia de insistir y formar a los delegados diocesanos para que sean cuidadores de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes en cada Iglesia particular, al cierre del encuentro, la hermana Arelis Gaviria remarcó tres compromisos que asumirán ahora como pastoral juvenil: 


“El primero: la oración como preparación para el gran Jubileo que vamos a tener en el año 2025. El segundo compromiso grande es perder el miedo a las redes y hacer de ellas un uso adecuado donde podamos llevar el amor y la misericordia de Cristo. El tercero será seguir fortaleciendo nuestros equipos nacionales de Pastoral Juvenil: equipo nacional, equipo de asesores, equipo de formación, equipo de comunicación”.


La religiosa también aprovechó para destacar la esencia central de esta pastoral en la Iglesia colombiana: 


“Porque somos una familia que, en el trabajo sinodal con nuestros jóvenes, busca tener claridad sobre los conceptos sobre el amor de Cristo, para que sigamos siendo una Iglesia que camina y peregrina en Colombia con la alegría de los jóvenes, porque ellos son el ahora de Dios, son tierra sagrada”. 

 

Conozca otros detalles del evento a través del siguiente informe audiovisual: +

Fuente: Conferencia Episcopal de Colombia

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