#EvangelioDelDomingo | Este domingo reflexionamos sobre el amor como el mandamiento más grande. Jesús nos recuerda que el amor a Dios y al prójimo son inseparables y esenciales. No se trata solo de palabras o actos externos, sino de entregarse de todo corazón, alma, mente y fuerza. Amar a Dios implica ponerlo en el centro de nuestra vida, y ese amor se refleja en cómo tratamos a los demás. Este mensaje nos invita a examinar nuestras prioridades y a vivir con un corazón pleno, orientado hacia el amor verdadero.

Amar plenamente es comprometerse con el futuro de quienes nos rodean y con el propio, ya que el amor transforma, ilumina y mejora todo. En un mundo que a veces parece vacío de afecto y solidaridad, el mensaje de Jesús es urgente y desafiante: no basta con amar a medias o por interés; el llamado es a un amor completo, sincero y sin reservas. Que cada día renovemos este compromiso, buscando ser personas de corazón auténtico y generoso.

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