En lo alto de las montañas de nuestra Arquidiócesis, la Parroquia San Antonio de Buriticá resplandece como un verdadero testimonio de la presencia viva de Cristo. En medio de los desafíos que enfrenta la comunidad, la fe sigue siendo un pilar fundamental que une, fortalece y transforma la vida de cada uno de los parroquianos.

Trabajo Evangelizador: Llevando el Evangelio a cada hogar

El espíritu evangelizador de la parroquia ha tocado profundamente los corazones de la comunidad. Bajo la guía del párroco Henry Yoan David Úsuga y el vicario Rodrigo Alonso Orozco Duque, se ha abrazado con entusiasmo la misión de llevar el Evangelio a cada hogar, especialmente a aquellos que se encuentran alejados de la Iglesia o que no profesan ninguna creencia.

las visitas a las familias, así como las celebraciones litúrgicas, han llevado el mensaje de Cristo a los sectores rurales y urbanos. La participación de los grupos de catequistas, jóvenes y laicos comprometidos ha sido fundamental en este proceso. Este año, la Misión Arquidiocesana «La Parroquia es Misión 2024», celebrada en agosto, logró tocar el corazón de muchas familias y motivarlas a iniciar procesos serios de pastoral en la post misión. Gracias a la colaboración del señor arzobispo, vicario de pastoral, del seminario mayor, sacerdotes de la arquidiócesis y misioneros, la comunidad vivió una profunda renovación espiritual.

Proyectos Pastorales: Caminando Juntos con fe y solidaridad

La parroquia San Antonio de Buriticá, ha estado trabajando los siguientes proyectos pastorales: la pastoral juvenil y la pastoral minera.

En la pastoral juvenil, se ha formado un grupo de jóvenes que, a lo largo del año, ha recibido formación en la fe, además de participar en actividades dinámicas y de integración que fortalecen la amistad y las buenas relaciones. Los jóvenes han asumido un compromiso mayor con la parroquia, apoyando activamente en diversas iniciativas a nivel espiritual, pastoral, parroquial y social.

La pastoral minera es igualmente importante, ya que la parroquia está ubicada en una zona con alta actividad minera, de parte de la parroquia se ha llevado a cabo visitas y acompañamiento, de igual modo, se han promovido espacios de diálogo y guía espiritual.

Además, la parroquia ha emprendido un gran proyecto de mantenimiento del templo. Gracias al apoyo de la comunidad, se han realizado varias mejoras que han embellecido el santuario, un lugar de profunda devoción a San Antonio de Buriticá, donde muchos peregrinos vienen a presentar sus oraciones y peticiones.

Testimonios de Fe: Un Pueblo Vivo en Cristo

Una feligresa de toda la vida, expresa con emoción: “Sentimos que la presencia de Cristo se refleja en cada pequeño gesto de amor y solidaridad que compartimos como comunidad. La parroquia es el corazón de nuestro pueblo, y a través de ella, Cristo nos guía y nos da esperanza.”

El incansable trabajo de la Parroquia San Antonio de Buriticá es un reflejo claro de que, a pesar de las dificultades, la presencia viva de Cristo sigue transformando vidas y guiando a esta comunidad hacia la fe.

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