Corregimiento el Playón del Municipio de Liborina
Párroco: Pbro. José Julián Miranda Villa
En el año 1861 el corregimiento fue creado bajo el nombre de villa pool y en 1897 renombrado como el Playón, debido a que la quebrada Juan García en épocas de invierno dejaba una gran playa de piedras tras sus crecientes. Este corregimiento fue erigido bajo el acuerdo N° 8 de 1912, con el nombre de la Merced del Playón, en honor a la Virgen de las Mercedes.
Es de notar que es una comunidad de gente amable, acogedora y trabajadora por excelencia; el amor a Dios hace que su campo sea fértil y su economía “la leche” sea el sustento diario de sus familias, sus calles en piedra y sus campos verdes dan al campesino y visitante la alegre acogida y la feliz permanencia de un lugar del que no se quiere ir.
La parroquia Nuestra Señora de la Merced fue creada por decreto N°59 del 02 de Febrero de 1918 por Monseñor Maximiliano Crespo Obispo de Santa Rosa de Osos, es de notar el amor puro a Nuestra Madre la Virgen María bajo la advocación de las mercedes en su gente; imagen que reposa en el esplendor del altar mayor y alusión que existe en el frontis parroquial con la letra “M” de María y Madre de las Mercedes, sus fiestas son celebradas desde el 15 al 24 de septiembre, llegando a su día clásico con la presencia del señor obispo y concediendo el regalo de las primeras comuniones y las confirmaciones a esta comunidad.
En nuestra parroquia contamos con varios monumentos religiosos:
- Nuestra Señora de las Misericordias
- Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
- El Santo Cristo del Milenio; este por voluntad del Padre Guillermo Yepes, fue puesto en el año 2.000 a la entrada del pueblo con el ánimo de dar la bienvenida a todo el que nos visite y custodie las familias de nuestra comunidad, dándonos la oportunidad de ser un remanso de paz. Todos los segundos Jueves de cada mes y fechas de renombre como el 03 de Mayo y el 14 de Septiembre celebramos la Santa Eucaristía.
Nuestra Señora de la Merced… Ruega por nosotros.
Santo Cristo del Milenio… Ruega por nosotros y santifícanos…