La fiesta de Pentecostés se celebra 50 días después del Domingo de Resurrección; con ella se recuerda la venida del Espíritu Santo sobre la Iglesia naciente.
En este 2024 la fiesta de Pentecostés se celebra el 19 de mayo; es decir, 50 días después del Domingo de Pascua. ¿Qué es Pentecostés? Es una gran solemnidad con la cual se conmemora la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles y, por lo tanto, el nacimiento de la Iglesia Católica.
Origen de la fiesta de Pentecostés
El origen de la fiesta de Pentecostés se remonta a tiempos de Jesús, cuando 50 días después de la Pascua, los hebreos ofrecían a Dios dos panes elaborados con trigo recién cosechado.
Con esta fiesta, recordaban cuando, como pueblo de Dios, vagaban por el desierto sin tener un lugar dónde sembrar ni cosechar su propio pan.
Pero Dios les dio la tierra prometida, y desde entonces no les faltó qué comer. Ellos mismos, sembraban, cosechaban y molían el trigo para preparar su pan. ¡No dependían de nadie, sólo de Dios!
¿Qué pasó el día de Pentecostés?
De acuerdo con el libro de Hechos de los Apóstoles, capítulo 2, versículos del 1 al 11, el día de Pentecostés todos los discípulos estaban reunidos en un mismo lugar cuando de repente se oyó un gran ruido que venía del cielo, que resonó por toda la casa donde se encontraban.
Entonces aparecieron lenguas de fuego, que se distribuyeron y se posaron sobre ellos; se llenaron todos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en otros idiomas, según el Espíritu los inducía a expresarse.
Por aquellos días había en Jerusalén judíos devotos, llegados de todas partes del mundo, quienes, al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma.
Atónitos y llenos de admiración, preguntaban: “¿No son galileos, todos estos que están hablando? ¿Cómo, pues, los oímos hablar en nuestra lengua nativa?”
Cada quien los oía hablar de las maravillas de Dios en su propia lengua.
¿Qué es Pentecostés?
Pentecostés significa en griego “cincuenta”, y hacer referencia al número de días transcurridos después de la Pascua. Los hebreos contaban siete semanas más un día para celebrar esta fiesta.
Sin embargo, con Jesús, esta fiesta tuvo un nuevo significado para los cristianos, pues en esta fiesta judía, el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles, marcando el nacimiento de la Iglesia Católica.
Pero Pentecostés no sólo es un recuerdo de aquel acontecimiento, sigue presente en la Iglesia actual, uniéndola, iluminando al Papa y a los obispos, santificándola y actuando a través de los Sacramentos para que los fieles vivan con valentía lo que Jesús enseñó.
Sigue presente cuando los fieles elevan oraciones a Dios, cuando hacen el bien y forman comunidad, cuando leen la Biblia en unión con la Iglesia que la custodia, cuando estudian y practican la doctrina cristiana, cuando proclaman la Buena Nueva.
¿Cómo lo celebra la Iglesia Católica?
La Iglesia Católica celebra la fiesta de Pentecostés con gran solemnidad, pues con ella se corona y concluye la cincuentena pascual.
Algunas particularidades de la fiesta:
- En las Misas se leen pasajes bíblicos que destacan la acción del Espíritu Santo y se enfatiza en la importancia de la comunión en Cristo.
- Uno de los símbolos litúrgicos más importantes de esta fiesta es el uso de vestimentas sacerdotales de color rojo para simbolizar el fuego del Espíritu Santo, que, como fuego, penetra hasta lo más profundo del hombre.
- Este día también se realiza la invocación al Espíritu Santo mediante la secuencia “Veni, Sancte Spiritus” (Ven Espíritu Santo).
- Además de la novena de oración (que inicia después de la Ascensión de Jesús a los cielos) son comunes las Vigilias de Pentecostés que se realizan en las Iglesias para reunir y congregar a los discípulos de Jesús en la espera del Espíritu Santo, enmarcadas por el gozo y la alegría del Resucitado.
- Los fieles se reúnen en esta gran fiesta, como comunidad, para orar juntos, como una sola familia, con un solo corazón, renovando su compromiso evangelizador, dispuestos a anunciar a Jesús, que, habiendo muerto ha resucitado, y nos envía a ser tus testigos, sostenidos con sus dones.
Oración al Espíritu Santo en Pentecostés
Espíritu Santo,
prometido por Cristo Resucitado;
origen y fuente de todos los dones;
te pedimos en esta fiesta de Pentecostés
que nos envíes tus Sagrados Dones
para sostenernos, iluminarnos
y así poder comprender y vivir
mejor los misterios de nuestra redención. Amén
¿Cuáles son los 7 dones del Espíritu Santo?
De acuerdo con el Catecismo de la Iglesia Católica, los dones del Espíritu Santo son 7: sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Estos sostienen la vida moral del cristiano y lo hacen dócil y sensible a la voluntad de Dios.
Con ellos, Dios infunde su gracia sobre nuestros corazones y, a través del Espíritu Santo, derrama su gracia sobre nosotros.
¿Qué hace el Espíritu Santo?
Los dones del Espíritu Santo son una prueba clara de que Dios se comporta como un Padre que nos quiere y nos ayuda a seguirlo, aunque para experimentar su amor es necesario que nosotros también nos comportemos como sus hijos.
Los dones del Espíritu Santo vienen con el Bautismo y se refuerzan en la Confirmación, pero debemos desarrollarlos durante toda nuestra vida cristiana.
Los dones del Espíritu Santo y su significado
El Papa Francisco lo ha explicado en sus catequesis. Te presentamos un resumen de los 7 dones del Espíritu Santo:
1. Consejo
En el momento en el que lo acogemos y lo albergamos en nuestro corazón, el Espíritu Santo comienza a hacernos sensibles a su voz y a orientar nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestras intenciones según el corazón de Dios.
Al mismo tiempo, nos conduce cada vez más a dirigir nuestra mirada interior hacia Jesús, como modelo de nuestro modo de actuar y de relacionarnos con Dios Padre y con los hermanos.
2. Entendimiento
Está estrechamente relacionado con la fe. Cuando el Espíritu Santo habita en nuestro corazón e ilumina nuestra mente, nos hace crecer día a día en la comprensión de lo que el Señor ha dicho y ha realizado. Comprender las enseñanzas de Jesús, comprender el Evangelio, comprender la Palabra de Dios.
Si leemos el Evangelio con este don podemos comprender la profundidad de las palabras de Dios.
3. Sabiduría
La sabiduría es uno de los dones del Espíritu Santo, pero no se trata sencillamente de la sabiduría humana, que es fruto del conocimiento y de la experiencia.
La sabiduría es la gracia de poder ver cada cosa con los ojos de Dios. Es sencillamente eso: ver el mundo, ver las situaciones, las ocasiones, los problemas, todo, con los ojos de Dios.
En la Biblia se explica que Salomón, en el momento de su coronación como rey de Israel, pidió el don de la sabiduría.
4. Fortaleza
Cuántos hombres y mujeres —nosotros no conocemos sus nombres— honran a nuestro pueblo, honran a nuestra Iglesia, porque son fuertes al llevar adelante su vida, su familia, su trabajo y su fe.
Demos gracias al Señor por estos cristianos que viven una santidad oculta: es el Espíritu Santo quien les conduce. Y nos hará bien pensar: si ellos hacen todo esto, si ellos pueden hacerlo, ¿por qué yo no? Y nos hará bien también pedir al Señor que nos dé el don de fortaleza.
5. Ciencia
En el Génesis se pone de relieve que Dios se complace de su Creación, subrayando repetidamente la belleza y la bondad de cada cosa. Al término de cada jornada, está escrito: Y vio Dios que era bueno.
Si Dios ve que la Creación es una cosa buena, es algo hermoso, también nosotros debemos asumir esta actitud. He aquí el don de ciencia que nos hace ver esta belleza; alabemos a Dios, démosle gracias por habernos dado tanta belleza.
6. Piedad
Este don no significa tener compasión de alguien, es decir, tener piedad por el prójimo, sino que indica nuestra pertenencia a Dios y nuestro vínculo profundo con Él, un vínculo que da sentido a toda nuestra vida y que nos mantiene firmes, en comunión con Él, incluso en los momentos más difíciles y tormentosos.
Se trata de una relación vivida con el corazón: es nuestra amistad con Dios, que nos dona Jesús, una amistad que cambia nuestra vida y nos llena de entusiasmo, de alegría.
7. Temor de Dios
El temor de Dios, uno de los 7 dones del Espíritu Santo, no consiste en tener miedo de Dios: sabemos bien que Dios es Padre, y que nos ama y quiere nuestra salvación, y siempre perdona; por lo cual no hay motivo para tener miedo de Él.
El temor de Dios, en cambio, es el don del Espíritu que nos recuerda cuán pequeños somos ante Dios y su amor, y que nuestro bien está en abandonarnos con humildad, con respeto y confianza en sus manos. Esto es el temor de Dios: el abandono en la bondad de nuestro Padre que nos quiere mucho.